BARCELONA.- Si usted vive en una casa a las fueras de una gran ciudad de Cataluña debe saber que las probabilidades de que sea asaltado, esté o no en su domicilio, no paran de crecer. En el último mes se ha registrado una veintena de atracos a viviendas en las cuatro provincias catalanas, la mayor parte de los cuales se ha llevado a cabo por el método silencioso, que consiste en entrar en las casas de noche y, aprovechando que las víctimas duermen, los ladrones se apoderan de los objetos que están a la vista.
Los investigadores creen que detrás de estos asaltos hay bandas de sudamericanos y de la Europa del Este. Los amantes de lo ajeno, ladrones y delincuentes se han fijado como objetivo las casas particulares. No son escogidas al azar. Seguimientos de los inquilinos que duran días o semanas preceden al asalto. La lista de preferencias de los cacos la encabezan las viviendas unifamiliares, las más apartadas de núcleos urbanos, con escasa vigilancia y, a ser posible, que tengan dos plantas porque los inquilinos normalmente duermen en el piso superior.
El último golpe más sonado ha sido el que se cometió el lunes en una suntuosa vivienda de la barcelonesa localidad de Matadepera cuando cuatro individuos latinoamericanos se llevaron a joyas, dinero en efectivo, dos Mercedes y tarjetas de crédito. Por llevarse, incluso raptaron a la pareja del dueño de la casa y a su hijo de cinco años. Sin embargo, no todos los asaltos a domicilios han trascendido a los medios de comunicación. Responsables policiales han hecho un recuento de los asaltos que se han producido en el último mes.
Una de las particularidades de este tipo de atracos es que en muchas ocasiones se apoderan del vehículo familiar, como sucedió en Matadepera y como ocurrió el pasado día 9 cuando unos desconocidos irrumpieron de madrugada y por el método silencioso en un domicilio de la localidad tarraconense de Almoster. Además de un Audi A3, que fue abandonado horas después, se llevaron móviles, tarjetas de crédito, cámaras fotográficas, un televisor, un DVD, una motosierra y 500 euros en efectivo. Esa misma madrugada y no muy lejos de allí, otra banda o quién sabe si la misma, asaltó una vivienda en la misma localidad. Se llevaron un transmisor inalámbrico de redes locales y un transmisor inalámbrico de telefonía.
El penúltimo de los robos de estas características se registró durante el día de ayer en una vivienda situada en la calle Iglesia de la población de GODALL, también en Tarragona. Entre las 15 y las 22 horas, los delincuentes irrumpieron en el domicilio de Celia A. M. y se apoderaron de joyas valoradas en 9.000 euros, según explicaron fuentes de la investigación a EL MUNDO.
Sólo unas horas antes, se produjo otro robo de similares características en Cambrils. Tres hombres se introdujeron de madrugada en el domicilio de Juan María V. M., situado en el número 21 de la calle Mas de Clanxet, y se llevaron 700 euros en metálico, móviles, un ordenador portátil, joyas, esculturas, la cubertería y, como no, el coche, en este caso un Ford Mondeo.